Los seres humanos tenemos afán de obtener territorio para construcción, agricultura u otras actividades. Buscar espacio no es malo, pero se vuelve malo cuando lo buscamos en zonas con muchos animales; y que mejor ejemplo que una región de nuestro hermoso país que pierde territorio por varios factores y es ocupado por especies muy hermosas y poco conocidas. Este territorio es la Amazonia.
El primer problema comenzó en los años 50 cuando se vio el potencial maderero de las selvas amazónicas; el gobierno Colombiano comenzó a explotar indiscriminadamente, deforestando las riveras del Amazonas. Este proceso fue afortunadamente detenido y los árboles fueron afortunadamente reforestados. Aún así, la gente vio el potencial territorial y ahora quemaba selvas para poder cosechar sus productos, problema que aún continua. La destrucción de estas selvas hace que muchos animales queden sin hogar y tengan que irse o adentrarse más en la selva. Luego entró la idea de construcción de parques y nuevos municipios; los parques trataron de crear centros pequeños que no dañaran el ambiente ni asustaran a los animales; el objetivo se logró en parques como el Amacayacu, pero el problema fue la presencia de los turistas: gente ruidosa sin interés por la naturaleza que ahuyenta la fauna. Los Indígenas de la zona cuentan que al lado del rió se podían ver grandes grupos de caimanes, anacondas y otros animales con mucha facilidad, pero todo cambió desde la tala de árboles: los caimanes fueron asesinados por sus pieles al igual que las anacondas, y otros animales como tapires o jaguares huyeron al interior de la selva para nunca regresar.
Las autoridades tampoco ayudan. Por ejemplo, en la isla de los micos, hay una reserva para los monos de la raza tití donde el ejército tanto colombiano como peruano hace practicas de tiro, y los indefensos animales huyen y se esconden por lo que la isla pierde todo su atractivo. Muchos animales sufren el mismo destino: no volver a ser vistos, sea porque deben esconderse, o porque son casados. Incluso en el mismo río, los delfines rosados ya casi no se ven, pues el transito de los barcos los asusta. Es una pena que una zona tan hermosa como lo es la amazonia, esté perdiendo su atractivo, por eso hacemos una llamado a la comunidad y al gobierno para hacer algo al respecto.
Bosques enteros quemados para zonas de cultivo.
Los bosques son talados por su preciada madera.
Las zonas después de ser taladas son dejadas sin cuidado y sin sembrar plantas de nuevo.
Escrito Por: Raúl Motta
Editado Por: Germán E. Cortés H.